LLEGAN CADA VEZ MÁS MIGRANTES A CHIHUAHUA
- Marilú Germes
- 29 nov 2016
- 4 Min. de lectura

Chihuahua, Chih.- Chihuahua, es una ciudad importante para la migración que tiene tres flujos distribuidos entre el conocido como “La Bestia” que acarrea centroamericanos; el de personas “retornadas” que van de regreso al centro del país; así como la de personas “internas”, en su mayoría rarámuris desplazados por la violencia.
Hasta el momento, en el municipio se tienen identificados 15 puntos que establecen el mapeo de migrantes ubicados en la 80 y vialidad CH-P; Rinconadas Los Nogales; Ponce de León; Sector Tres y Aeropuerto, los cuales son auxiliados en su paso por transeúntes y vecinos de las colonias.
Actualmente, el estado recibe migrantes de Honduras, Salvador y Guatemala quienes tienen entre 15 y 25 años de edad a causa de las pandillas, sin embargo, también se han identificado personas de Brasil, Colombia y Belice. Chihuahua capital recibe cada 5 o 7 días, a personas de Zacatecas, San Luis Potosí, Guanajuato, Chiapas, Tabasco y Veracruz.
De migración interna se recibe gente de Nonoava, Cuauhtémoc, Delicias a pesar de que son ciudades con jornadas agrícolas, que permiten una mayor oportunidad de empleo, pero en el que también el trabajo forzado y crimen organizado, han provocado que muchos salgan amenazados y no deseen retornar.
La razones del paso de los migrantes por la ciudad de Chihuahua, es la de llegar al estado de Sinaloa en esta temporada para la pizca de tomate, para reencontrarse con familiares que se encuentran en Estados Unidos y una “poderosa”, es porque el norte es de industria maquiladora, por lo que buscan llegar a Juárez. No obstante, la violencia ha sido una de las causas más frecuentes.
La mayoría de los migrantes que atraviesan por la capital, lo hacen como “trampa” del tren. Existe un programa del Grupo Beta, en el que el Instituto Nacional de Migración apoya con un 25 por ciento el traslado, es decir, mil pesos. Los cuales resultan insuficientes para una persona que va de retorno a su estado o país.
Los miércoles y sábados son los más comunes de paso de los migrantes, varía mucho el flujo pues hay veces que llegan entre 10 y 15 personas, y al siguiente fin de semana arriban hasta 80. Lo que ha dificultado su identificación rápida, es que en el puente de la Pacheco al estar pegado a la comandancia sur de la Policía Municipal, cada vez, son más las revisiones de rutina y eso ha inhibido su presencia.
El programa Frontera Sur, cuya misión era la de proteger y salvaguardar a los migrantes de acuerdo a las organizaciones de la sociedad civil en México, ha fracasado pues los operativos iniciados por el INM, han significado las detenciones y repatriaciones de migrantes, incluso a nivel nacional se han documentado secuestros, robos, agresiones y extorsiones en todo el país, Chihuahua, no es la excepción.
Ya no se trata de migrantes en el tren, sino a pie, que para no ser detectados y hostigados ahora inician sus trayectos por el desierto en distancias más grandes. Junio y Julio son los meses que más muertes se registran en el INM y por la “Border Patrol”. Datos hasta el 8 de julio arrojan que 3 mil 865 personas migrantes han sido atendidas en el desierto de Chihuahua, mil 295 más que en el 2015.
Tres cuartas partes de dicha cantidad, con problemas de deshidratación extrema, infecciones gastrointestinales y cardiacos, pues las temperaturas en el desierto llegan hasta los 50 grados centígrados. Lo que antes era un trayecto medianamente seguro de 7 días promedio de Tabasco a Texas, ahora lleva hasta 90 días.
Ahora el migrante camina más, por lo que puede ser sujeto de robos, violaciones, desapariciones, mientras que estar a la intemperie, son más propensos a sufrir enfermedades sin tener apoyo médico. Los niños y mujeres son los más vulnerables, aunque no es grande la cantidad, si se han registrado al menos 3 embarazadas en lo que va del año.
“Uno de siete” migrando en todo el mundo en este momento
Goretti Espíndola de la Vega, es una de las fundadoras del colectivo “Uno de Siete” que radica aquí en la ciudad de Chihuahua y que se dedica a brindar atención jurídica, refugio y comida a centroamericanos, mexicanos y chihuahuenses provenientes la sierra tarahumara.
El colectivo está conformado por especialistas en migración que han trabajado con “Las patronas”, el “Padre Solalinde” y la “Casa del Migrante”, que por azares del destino se juntaron y formaron el proyecto, que hoy busca apoyo para consolidarse en un albergue de apoyo al migrante.
Desde hace tres años, comenzaron su labor “a pie de vía” sobre la calle Pacheco a la altura de Interceramic, en una primera fase contemplaron la defensoría de los derechos humanos y lo asistencial, sobre todo baño, medicamentos y hospedaje. Para después en una segunda fase, apoyar con proyectos productivos de artesanías, a fin de que las vendieran durante su trayecto a otras ciudades para garantizar entradas de dinero.
El proyecto futuro y que se encuentra en vías de construcción es el “outsourcing” para aquellos migrantes que permanecen en la ciudad, con un catálogo de mano de obra, pues muchos de los migrantes son carpinteros, obreros, incluso hay maestros, técnicos, doctores que por cuestiones de dinero, violencia, debieron trasladarse y dejar sus negocios en sus lugares de origen.
El colectivo sobrevive a base de donaciones, a pesar de no tener un apego religioso, sus principales donadores son protestantes, católicos y cristianos quienes les ayudan con burritos, ropa y estancia a quienes identifican en la ciudad que se encuentra de paso. Mientras que les fue regalada una hectárea por la carretera Camargo, en la cual trabajan una huerta orgánica para el autosustento de los beneficiarios.
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